¡Eso
no me gusta!, decía siempre Alberto cuando le daban para comer frutas y
verduras. Y es que si Alberto pudiera, se pasaría el día comiendo
dulces y chocolate. Pero una noche, un tomate piel roja, emisario del
Reino del Buen Plato, aparece para explicarle la trágica historia que le
ocurrió a su rey. ¿Acabará Alberto igual..
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