Franz
Kopf es un niño de 10 años. El día que el oculista le diagnostica un
ojo vago y le coloca un parche en el ojo bueno, le cambia la vida: los
profesores le sientan cerca de la pizarra, ya no le eligen como jugador
de baloncesto durante el recreo, la gente en el autobús le mira
diferente…
Incluso Janika, su hermana pequeña, le trata de manera especial. Aunque
para raras, ella. En el colegio, la suelen llamar Janika la Loca o la
Infectada, por ser asmática perdida. No hay muy buena relación entre los
dos hermanos.
Durante el recreo, Franz se aburre un montón. Así que se dedica a
dibujar el plano del patio y a localizar con colores el lugar habitual
que ocupan los “raritos” del colegio.
Un día, a la hora del recreo, se le acerca Jacob, el Empollón, y le
indica que no se ha señalado a sí mismo en el plano. Jacob le ofrece la
posibilidad de reunirse con él esa misma tarde para tratar un asunto de
su interés.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario